Nuevos impulsos para el comercio online

16 Abr Nuevos impulsos para el comercio online

Podíamos leer en la prensa recientemente varias noticias relacionadas con el comercio online muy interesantes desde cualquier punto de vista. En lo que hace referencia a nuestro país comprobábamos no solo la importancia creciente en números y operaciones que las transacciones de comercio electrónico generaban sino que asistíamos por ejemplo a anuncios relativos a marcar referentes de nuestro país en diferentes sectores como por ejemplo el de la moda a través de Inditex cuyo desembarco en el comercio digital no solo ha resultado tremendamente exitoso sino que se encuentra en plena expansión mundial.

Veíamos también como las reticencias habituales alrededor del comercio electrónico poco a poco se van viendo superadas del mejor modo posible; a través de la practicidad, desde la propia experiencia de los usuarios, de este modo, las mejoras en la seguridad de las transacciones en la red es sin duda notable y por otro lado los esfuerzos en la mejora de la imagen de venta en los productos intangibles, procurando experiencias al usuario que venzan la reticencia de la no presencia física del producto, producen constantes avances y mejoras.

De este modo lo cierto es que el comercio digital, sin encontrarse desde luego en la cima de sus posibilidades goza de relativa buena salud y proyección, a la que contribuyen noticias como de la que nos haremos eco a continuación. Según esta noticia, en este caso es un organismo político-económico como la UE a través del propio parlamento el que toma cartas en el asunto y presenta un paquete de medidas interesantes a favor de esta mejora de confianza de los usuarios hacia el comercio digital, veamos en qué consiste este paquete de medidas;

En los aspectos prácticos la propuesta hace referencia a dos de los caballos de batalla de este modelo de comercio; los plazos de devolución y los gastos de envío. En el apartado de los plazos de devolución actualmente, según se encuentra legislado, los usuarios de Europa disponen de hasta siete días como plazo de devolución de los productos adquiridos mediante comercio electrónico, lo cierto es que algunos países brindan más días pero la situación no es uniforme. La propuesta del Parlamento Europeo pasa por ampliar al doble estos días; es decir de 7 a 14 días como plazo mínimo de devolución.

Por otro lado un tema también espinoso es el de los gastos de envío de las compras realizadas mediante comercio digital cuya regulación actual es, cuando menos difusa, por no decir inexistente. El citado paquete de medidas incluye la eliminación de los gastos de envío al usuario cuya compra supere los 40 euros, una medida que sin duda beneficia a buen número de compradores en la red con el ahorro de dichos gastos. Por otro lado se implementa la obligatoriedad de límite de días de envío y recepción por parte de las tiendas electrónicas al usuario que quedaría establecidos en 30 días máximo para la recepción de los productos adquiridos. Por último y no menos importante se exige a los comercios online mayor claridad en la información de los productos, sus características, posibles gastos extraordinarios o cualquier información relativa a la operación que pueda resultar de interés para el usuario.

La percepción por parte de todos, no solo de los usuarios o de los diversos sectores que intervienen directamente en el comercio electrónico es clara; dicho comercio es un camino de futuro que necesita de impulsos claros que lo proyecten de manera definitiva. Reconocer que el desarrollo del comercio electrónico no ha corrido parejo con las evoluciones de otro tipo de modelos de negocio en la red no es asumir un fracaso, es asumir una realidad y el único punto de partida valido para conseguir el despegue total definitivo de esta área tan importante.

Para ello resulta absolutamente necesario incidir en los elementos reales que han frenado el desarrollo esperado y todos, absolutamente todos estos elementos tienen que ver con la experiencia del usuario ante la compra online. Es probable que sin nos detuviéramos a analizar de manera concienzuda este paquete de medidas propuesto descubriéramos mejoras posibles, añadidos eficaces o, simplemente, elementos que todavía faltan por incluir, pero lo cierto es que resulta, al menos en principio una buena noticia que se busquen regular aspectos como las entregas, los gastos y la información que, repetimos, resultan claves en la confianza del usuario.