Posted at 17:22h
in
Management
La moderna investigación de la inteligencia atribuye un importante papel al conocimiento de uno mismo y a la sensibilidad frente a otros. A principios de los años noventa, el psicólogo de Yale, Peter Salovey y su colega John Mayer de la Universidad de New Hampshire acuñaron para la inteligencia interpersonal e intrapersonal, el gráfico nombre de "inteligencia emocional", que abarca cualidades como la comprensión de las propias emociones, la capacidad de saberse poner en lugar de otras personas y la capacidad de conducir las emociones de forma que mejore la calidad de vida.
Sin embargo, el tema despertó la atención mundial gracias al psicólogo de Harvard, Daniel Goleman, de cuyo libro "Inteligencia Emocional", se vendieron en pocos meses, sólo en Estados Unidos, medio millón de ejemplares. Resulta evidente que el planteamiento de no considerar a la "fría razón" como medida de todas las cosas tocó un punto sensible de nuestros tiempos, aunque sea un concepto que apenas sorprenda al sentido común.