Posted at 17:30h
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Management
Mucho se ha hablado sobre cuál debería ser el estilo ideal de dirección. ¿El autocrático, paternalista, burocrático, democrático? A estas alturas de la película, la mayoría de los mortales conocen que no existe un estilo ideal, y que, en el caso de existir sería una combinada mezcla de los estilos mencionados anteriormente..
También es evidente, que pocos son los directivos que tienen capacidad y voluntad para aplicar esta maravillosa combinación. Como digo, no es cuestión de disponer de conocimientos teóricos, sino de voluntad de aplicarlos.
El arte de dirigir no es una cuestión de matemáticas o de aprender como funciona el Plan General Contable. Dirigir eficientemente implica voluntad y deseo de aplicar lo aprendido y efectuar un cambio, si cabe, en nuestros patrones de dirección.
Tener interés por nuestros empleados, interesarnos por sus deseos, necesidades, aplicar la empatía, ser flexibles, escucharles, motivarles, etc.. Todo eso, no se podrá conseguir si no tenemos la voluntad de provocar el cambio, por mucha teoría que conozcamos.