10 Ene Vocación de servicio y plan de empresa
Los modelos económicos conocidos están en contante declive, de eso ya no cabe ninguna duda. La transformación y el movimiento permanente llegan a las sociedades, los hábitos de consumo y las marcas que se consolidan como demandas en auge, variables volátiles, cambiantes y adaptadas a los mercados.
Adicionalmente, el constante deterioro de los mercados laborales versus las cifras de negocios online, está llevando a una competencia feroz en un mundo de objetivos efímeros y a tan largo plazo que resulta realmente complejo su alcance para quienes no cuentan con las dotes del liderazgo necesarias, la capacidad para asumir riesgos y la constancia y compromiso necesarios para adaptarse a necesidades en aumento, existentes y variables.
Sin embargo y, aunque parezca lamentable encontrarnos en una situación de tal magnitud, este punto de partida en el que nos encontramos da pie a una sucesión de nuevas oportunidades, constantes y dinámicas que se generan con cada sinergia que se establece entre las partes, emprendimiento o supervivencia; lo cierto es que diariamente, muchas personas inician su tránsito por la senda del emprendimiento, ansiando y buscando la libertad no sólo financiera, sino principalmente la libertad, en su acepción más amplia y la ruptura de cadenas que durante décadas nos han mantenido atados a la competitividad centrada en el individualismo.
En un momento como el actual, en el que las necesidades y deseos del nuevo ser humano como consumidor global de conocimientos se consolida como el eje central de la nueva producción eficiente, repartida y sustentable. La elaboración de un plan de empresa no es únicamente necesario a fin de determinar los objetivos en materia empresarial que se pretenden lograr, sino que allí… de forma subyacente, se fragua un reto aún mayor del nuevo modelo; la evolución a través de la auto evaluación.
Centrémonos por un momento en nuestra vertiente más personal finalizando cada jornada… ¿cuantos de nosotros repasamos mentalmente lo que aconteció durante el transcurso del día y cuánto bien estar o malestar nos produce dicho recuerdo?
Si extrapolamos esta reflexión al ámbito empresarial y nos centramos en el canal social por el que transita, nos daremos cuenta que uno de los grandes retos del nuevo modelo de negocios está en tomar conciencia del presente. La clave del éxito radica en ver al otro como un conjunto de emociones, sensaciones y necesidades, en plantearnos que las personas que están ahí… fuera, demandando información a través de sus criterios de búsqueda, construyendo con cada “me gusta” los inicios de una relación sostenida, que pone de manifiesto nada más que las necesidades ajenas… no muy distantes de las propias y sin duda, esto nos llevará a actuar de una forma mucho más comprometida, sustentable y eficiente.
Si extrapolamos el concepto de auto evaluación hacia el hecho de ponernos en el lugar del otro; específicamente en el momento de crear nuestro plan de empresa, nos daremos cuenta que, si bien cada día surgen de forma constante nuevas oportunidades de negocios, éstas se producen a través de las sinergias creadas entre los usuarios demandantes de contenidos que satisfagan sus necesidades, las estrategias de marketing centradas en las emociones como punto de origen de las mismas como también por la innovación y la creatividad con la que dotemos a nuestro emprendimiento.
Un plan de empresa hoy debe ser emocional, debe tener como punto de partida la auto evaluación y como principal objetivo, la satisfacción de las necesidades ajenas. I+D+i… curiosa paradoja a través de la cual mientras los gobiernos reducen sus inversiones en innovación, investigación y desarrollo… el nuevo modelo de negocios requiere cada vez más líderes, cada vez más consultores, cada vez más gestores, creadores de contenidos… en definitiva, creadores de creatividad –cualidad inherente a todo ser humano- lo que irremediablemente nos lleva a realizar una afirmación.
Un plan de empresa debe contener objetivos de negocio y éstos, son absolutamente indivisibles del establecimiento de relaciones sociales basadas en la fidelización, el compromiso y la alianza.
Como puntos clave, un plan de empresa en el momento actual debe contemplar lo siguiente:
Resumen de la actividad en la que se desarrollará el nuevo negocio
Análisis de la competencia, entendida como herramienta complementaria y no opuesta
Evaluación del FODA
Estrategias a adoptar
Plan de marketing
Recursos a nuestro alcance e inversiones necesarias
Ahora bien, cualquier emprendedor actual sabe que el contexto social por el que transita el nuevo modelo hace del plan de empresa algo tan dinámico como la red misma, por lo que, como conclusión, podemos determinar que la elaboración de un plan de empresa es un hecho que se va construyendo con cada necesidad identificada, con cada sinergia creada, con cada cliente fidelizado.
Cada acción que se lleva a cabo para consolidar la marca personal y/o empresarial que nos identifica, cada campaña de marketing online que se pone en marcha en respuesta a necesidades demandadas, cada estrategia SEO resultante del análisis de las palabras que identifican las necesidades de nuestros usuarios construyen un paso más de nuestro plan de empresa y; para ello, la auto evaluación, la capacidad de ponernos en el lugar del otro y la total y absoluta vocación de “servicio”, son sin duda, las mayores fortalezas de un plan de empresa exitoso.
Carolina Velasco
Consultora SEO Profesional
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